Mi madre se fue de vacaciones por una semana y me pidió que le cuide a la perra.
Menta (así la bautizamos con mi hermana Rosina) es una perra gorda, ermitaña, poco sociable y bastante mal enseñada.
1º problema: no le gustan las personas que entran a su casa.
2º problema: es hembra al igual que Akira y Sasha, y la convivencia entre hembras puede tornanrse complicada.
El primer día fuimos con Diego sin las chicas. La llevé al living con nosotros mientras mirabamos tv, pero tuvo un intento de morderlo y la tuve que recluir en el cuarto de mi madre.
Conmigo no tiene drama porque me conoce desde que nació, pero Diego es un extraño en su territorio.
Esa noche ladró ladró ladró hasta que me dejó un lindo dolor de cabeza.
El segundo día ya fuimos con las chicas y traté de que se huelan un poco en el jardín (siempre con Menta con correa) pero no hubo feeling.
Que suplicio! Mientras sacaba a Menta a hacer sus necesidades tenía que encerrar a las otras dos en un cuarto. Mientras las otras estaban en la casa, Menta tenía que permanecer encerrada en el cuarto de mi madre. Una verdadera complicación que me estaba por enloquecer.
Harta de la situación, empecé a sacar a Menta y dejarla atada en el fondo por ejemplo mientras nosotros comíamos afuera. Akira y Sasha en la vuelta siempre sueltas, algun roce y gruñido al pasar cerca de Menta que finalizaba con una llamada de atención nuestra para que dejaran de hacerlo.
Así Menta dejó de ladrar tanto y se fue acercando a Diego sin gruñirle.
Luego de unos días Menta ya le daba besos a Diego y las 3 perras (a pesar de los roces) podían andar sueltas y convivir. El único problema que persistió fueron los celos de Sasha que siempre quiere comandar dondequiera que vaya.
El último día de estadía en Shangrilá mientras las chicas andaban afuera haciendo sus necesidades por la mañana, me encontré con la sorpresa de ver a Menta y Akira jugando en el jardín totalmente amigas y con los celos superados :)
Aprendimos a enfrentar la situación con paciencia y ver logros en pocos días.
El aislamiento para un perro poco sociable solo empeora las cosas, en algún momento hay que enfrentar la situación para cambiar su comportamiento.
Hoy podemos decir que Akira y Menta son amigas y tal vez con unos días más Sasha hubiera aflojado un poco.
Menta
Menta y Diego en son de paz
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