Welcome Leela ☆彡

 Desde que Diego trabaja en Ciudad de la Costa me cuenta sobre la cantidad de perros que tiene la gente en sus casas (cada familia tiene dos o tres perros) y los que andan abandonados por las calles de la zona, pero también hace tiempo que me cuenta con tristeza sobre una perra que tiene casa y dueños pero que la está pasando mal. Es una perra que tuvo crías y que está en un estado de desnutrición grave. La pobre perra está amamantando pero apenas tiene energía debido a la desnutrición y los cachorros van por el mismo camino, están muertos de hambre.
Obviamente estamos hablando de gente que tiene animales y no les da los cuidados básicos como la alimentación. Además en pleno invierno están afuera con frío polar y son cachorros recién nacidos!

Según la señora "a veces uno se olvida de darle de comer a los perros por el trabajo y esas cosas".

Parece que a los cachorritos los regalaron y les quedaban dos. Uno se lo van a quedar y con la otra cachorra hembra "no saben que hacer".

Pasaron los días y Diego me seguía comentando sobre la perra desnutrida y sus cachorros, a lo que yo le decía con impotencia que no teníamos más espacio para rescatar más perros, que podíamos hacer la denuncia, etc.

Ante esta situación y con lo que a Diego le cuesta conmoverse, no se aguantó y se trajo la cachorra "sobrante" para casa.

Sí, esto significa que ahora somos cinco, dos humanos y tres perros (hembras).
La historia cambia, se suma un integrante más a nuestra familia y ahora todo va a ser distinto.

Suena como una locura vivir con 3 perros en un apartamento de dos dormitorios, pero no son grandes así que no ocupan mucho espacio y al menos sabemos que están mejor con nosotros aunque sea en un apartamento que si hubieran seguido donde estaban o tal vez ni seguirían viviendo.
"Pensá que estamos haciendo un bien" me dice Diego para convencerme o "donde comen dos comen tres" y para mi es suficiente, supongo que siempre se puede hacer un esfuerzo y más si hay una vida inocente de por medio.

Nosotros venimos soñando con mudarnos a una casa en la costa y creo que tener una perra más nos va a obligar a acelerar el trámite.
El día que vivamos en una casa supongo que tendremos mínimo cinco perros!

Sobre Leela

En ningún momento dudó de irse con Diego y dejar a su madre y su hermano ni lloró por extrañar su antiguo "hogar".

Es impresionante el HAMBRE (y lo pongo en mayúsculas porque es voraz) que tiene esa criatura que no llega a los dos meses de vida.
Si te ve comer algo llora desesperada y si le das un pedacito lo devora sin masticar, por lo que me fue fácil darle la pastilla para desparasitarla, se la tragó al instante sin dudar si era comida o una piedra.
Esto es una clara señal del hambre que pasó este animalito.
Ahora ya le empezamos a dar alimento balanceado para cachorro y creo que con el tiempo se le va a ir el hambre desesperado que tiene.
Es super simpática, juguetona y para ser tan pequeña tiene mucha personalidad. Entiende muy rápido lo que le decís e interpreta super bien.

Como todo cachorro mordisquea todo a su paso (nuestras caras, manos, ropas e incluso el cable usb de mi celular).
A Diego lo sigue para todos lados, está super pendiente de el y si no lo ve llora como si el fuera su mamá.

Con Akira y Sasha recién se están conociendo y la adaptación va a llevar tiempo.
Por ahora no entienden que hace ese bichito nuevo en la familia y no se sienten muy comodas con la invasión.
De todos modos con Akira juegan bien, Leela la mordisquea toda con esos dientitos filosos y Akira santa se deja.
Sasha como siempre al margen con cara de vieja amarga nos mira como diciendo "me trajeron otra pendeja rompe huevos, gracias".
Con ella va a costar más la adaptación porque es super territorial y no es tan amigable como Aki.
Claro que ya cruzaron gruñidos y se mostraron algun colmillo pero confío en que sean todas amigas en un futuro próximo.
Hasta hace unos días nos quejabamos de que necesitabamos unas vacaciones de las perras, de que se tornan insoportables con el encierro del invierno y ahora tenemos una más!
Ahora son tres para rascar la puerta de la cocina mientras les sirvo la comida, tres para correr a la puerta cuando llegamos y tres para ladrar cuando estan aburridas.
En resumen es una gran felicidad tener esta nueva integrante de la manada, le aporta alegría al hogar, frescura y un nuevo desafío que es aprender a convivir todos en armonía.

Es super lindo llegar de trabajar y tener esa cachorrita en su estado de inocencia más pura que solo quiere que llegues y le hagas mimos.

Es una satisfacción verla dormir profundamente despatarrada, calentita y con la panza llena :)

*No quiero dejar de lado la situación de la perra madre desnutrida. Es una situación bastante complicada porque la perra no está en la calle pero la está pasando mal y sacarla de ahí significa enfrentarse a la familia, no es como con los cachorros que los estaban regalando.